El ascenso del norteamericano Gervona Davis a la cúspide del pugilismo ha sido vertiginoso. En relativamente poco tiempo “El Tanque”, como le apodan, se ha establecido en la élite y de paso podido ganar campeonatos mundiales en tres divisiones distintas –ligero junior, ligero y welter junior-.
Todos estos logros merecidos y gracias, lógicamente a su innegable talento para este deporte, el cual le ha dado, es prudente señalar, fama y fortuna prácticamente lo ha conseguido en un espacio récord de tiempo.
Sin embargo, su conducta fuera del ring, totalmente inapropiada, amenaza seriamente con arruinar su aún promisoria trayectoria –sólo tiene 30 años de edad, es un hombre joven-.
Esto así, porque Davis, actual monarca ligero -135 libras- regular de la Asociación Mundial de Boxeo –AMB- y quien se mantiene invicto en el boxeo de paga, con el impresionante récord de 31-0, con 30 triunfos, 28 de ellos por nocaut y dos por decisión, con un empate, no sale de un problema con la justicia.
En efecto, ya es frecuente ver en los medios de comunicación, tanto electrónicos, como escritos y televisados, así como en las redes, en torno a las detenciones por parte de la policía de que es objeto Davis.
Por lo general se trata inconvenientes relativos a violencia doméstica, infracciones de tránsito o agresión a algún ciudadano.
Su problema más reciente ocurrió el viernes pasado cuando fue detenido en Miami Beach por un cargo de agresión derivado de una supuesta disputa doméstica con su exnovia de cuatro años.
Empero, en el 2022, también fue arrestado por presuntamente golpear a una mujer y asi sus hechos de violencia fuera del tinglado se repiten con inusitada frecuencia.
Son incidentes desagradables, que hacen mucho daño a su imagen como boxeador e incluso al propio boxeo y que poco a poco van arruinando su carrera.
Davis, hay que reconocer, tiene un potencial extraordinario para convertirse en la cara del boxeo. Inclusive, algunos técnicos estiman que luego de que se retire el astro mexicano Saúl –Canelo-Alvarez, él sería la figura adecuada para sustituirlo como el púgil más mercantil,el que más vende.
Y es que Davis, además de su indiscutible clase, tiene madera de ídolo, pues posee un carisma extraordinario y por lo regular, en los lugares en que se presenta, sin importar el escenario, el lleno es total, porque su estilo, su espectacularidad, gustan y atraen al fanático.
No obstante, de seguir como hasta ahora y en el caso de que no logre modificar su comportamiento para mejorar, es muy posible que su carrera se vea sepultada de manera definitiva a destiempo. Sería una lástima. Ojalá recapacite y pueda enderezar el camino. ¡Suena la campana!¡Climmp!ESQUINITAS-.
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Gervonta Davis. Foto fuente externa.