Toronto, que había perdido los dos primeros juegos en casa, ha arrasado en el T-Mobile Park: 21-6 el agregado entre los Juegos 3 y 4.
Dejado fuera del roster de la Serie Divisional ante los Yankees por dolor de cuello, Scherzer volvió con certezas y furia competitiva: 5.2 entradas, tres hits, dos carreras, cinco ponches y apenas un lunar, el jonrón solitario de Josh Naylor en la segunda. Fue su octavo triunfo de postemporada —el primero desde la Serie Mundial de 2019— en su apertura número 500 como profesional (sumando fase regular y playoffs).
También dejó una postal de museo: sorprendió a un corredor en primera por primera vez desde 2013 y, ya con dos outs en el quinto, frenó en seco a su mánager John Schneider cuando este amagó con quitarlo. “Quiero la bola”, vino a decirle. Se quedó… y ponchó a Randy Arozarena con una curva.
La ofensiva azul hizo el resto con guion de octubre. En la tercera, Giménez volvió a repetir receta de la víspera: cuadrangular de dos carreras, esta vez ante Luis Castillo, para abrir la brecha. Poco después, Gabe Speier concedió boleto con las bases llenas y entró la tercera.
En la cuarta, George Springer empujó una más con doble y él mismo marcó el 5-0 al aprovechar un wild pitch de Matt Brash. Seattle recortó con la conexión de Naylor y sumó su segunda más tarde, pero nunca puso en jaque a Scherzer.
El golpe de autoridad final llegó en la séptima: Guerrero Jr. disparó a banda contraria frente a Eduard Bazardo para su quinto jonrón de estos playoffs, récord de franquicia en una sola postemporada que rompe el empate que mantenía con José Bautista (2015). En la octava, Giménez aseguró el marcador con un sencillo de dos carreras por el centro que se desvió en el guante del relevista Emerson Hancock.
El duelo dejó además un guiño a la historia: Jamie Moyer, leyenda de los Mariners, realizó el primer lanzamiento ceremonial. Y dejó frases que explican la noche. “Para esto juegas”, resumió Scherzer.
eL DIRIGENTE Schneider se rindió al carácter de su as: “Tiene esa persona de ‘Mad Max’ y hoy la respaldó”. Springer lo vio claro: “Mejor dejar que Max sea Max”. Y Guerrero, pragmático: “Si un futuro Salón de la Fama te dice que está bien, lo dejas”.
Con la serie ahora nivelada, el Juego 5 se disputará el viernes. Kevin Gausman abrirá por Toronto frente a Bryce Miller, ganador del Juego 1. El reloj, por una noche, volvió a pertenecerle a Mad Max.