SANTIAGO.- Si hay un brazo prometedor en las filas de las Águilas Cibaeñas, es el de Nathanael Heredia, un corpulento lanzador zurdo que espera hacer su debut esta temporada en la Liga Dominicana.
Con un slider efectivo y una potente recta de cuatro costuras que alcanza las 100 millas por hora, Heredia ha impresionado a todos en los entrenamientos de las Águilas Cibaeñas.
Heredia viene de una destacada actuación en la categoría AA de la Liga de Texas, vistiendo el uniforme del Springfield, filial de los Cardenales de San Luis.
“Me siento bien, preparándome para hacer el equipo esta temporada, y listo para cumplir con cualquier rol que me asigne el mánager”, declaró el lanzador de 24 años, que cuenta con una imponente estatura de 6’3″ y pesa 200 libras.
Firmado en 2019 por Ángel Ovalles, Heredia reconoció que esta ha sido su mejor temporada en los cinco años que lleva en las ligas menores con la organización de los Cardenales.
Comenzó el año con los Peoria Chiefs, en clase A avanzada, donde tuvo problemas de control, otorgando 23 bases por bolas en 26.2 entradas, a pesar de ponchar a 27 bateadores. Sin embargo, al ser ascendido a AA, mejoró notablemente su comando.
En Springfield, bajo la dirección del ex mánager aguilucho José Leger, Heredia solo otorgó siete boletos en 17.2 episodios, abanicando a 26 bateadores. Esto le dio una impresionante proporción de 3.7 ponches por cada base por bolas, con un destacado WHIP de 1.07 en 21 partidos.
Las Águilas seleccionaron a Heredia en la décima ronda del Draft de Novatos 2022 de la LIDOM, y este año parece que finalmente llegó su oportunidad, ya que la organización de San Luis le ha dado luz verde para lanzar en la liga dominicana.
“Estoy afinando mis tres lanzamientos principales: la recta, el slider y el sinker, y quiero añadir el splitter”, explicó el nativo de El Valle, Hato Mayor.
La recta es el lanzamiento básico de los lanzadores que dependen de su velocidad. El slider tiene un movimiento lateral, mientras que el splitter, lanzado con los dedos separados, desciende abruptamente al llegar al plato. Por su parte, el sinker cae bruscamente cuando se acerca al bateador.
