Cuando en el 2022 el joven dominicano Jeremy Peña sustituyó al boricua Carlos Correa en el campo corto de los Astros de Houston, no pocos pensaron que correría el riesgo de que la posición le quedara grande, en razón del tipo de jugador que iba a sustituir y la encomienda que asumiría.
Se entendía en aquel momento que la responsabilidad era demasiado para un muchacho de apenas 24 años de edad (hoy tiene 27),quien aún no había debutado en Grandes Ligas.
Sin embargo, desde el mismo inicio en que comenzó a recibir la oportunidad por parte del entonces dirigente Dusty Baker, Peña demostró que poseía el talento suficiente para llenar plenamente el vacío dejado por Correa, quien era considerada una estrella de la posición y pasaba a la agencia libre.
En efecto, en sus primeros cuatro partidos con el equipo, el nativo de Santo Domingo bateó para promedio de .375, producto de seis hits en 16 turnos al bate de manera oficial, en cuya ocasión empató el liderato del equipo con el tercera base Alex Bregman.
El 50 por ciento de sus imparables fueron extrabases para exhibir un porcentaje de slugging de .688.
Posteriormente, Peña se adueñó de la posición la que defendió con una autoridad impresionante e incluso en ese su primer año, cuando los Astros fueron y ganaron la Serie Mundial ante los Filis de Filadelfia, fue seleccionado Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana y de la Serie Mundial, además de ganar un Guante de Oro.
No obstante, era lógico suponer que Peña de algún modo debía descender un poco y que las cosas no iban a mantenerse igual, debido a que es humano y es algo natural.
Y ciertamente,aún cuando se ha mantenido jugando a buen nivel y la diferencia no ha sido tan significativa, lo cierto es que tampoco ha sido igual con respecto a esa temporada de ensueño de su debut cuando despachó 22 cuadrangulares, una cifra bastante respetable para un compocortista, con 63 vueltas remolcadas, .253 de average, OBP de .289, slugging de .426 y OPS de .715, en 136 juegos y 521 veces al bate.
En contexto, hay que señalar que al año siguiente, es decir, 2023, el criollo bajó a 10 vuelacercas del total de 152 hits que pegó, con 52 impulsadas en 150 partidos jugados y 577 turnos agotados, .263 de promedio, .324 de OBP, .381 slugging y OPS de .705.
En el 2024, Peña promedió .266, con 160 imparables, 15 de ellos jonrones, 70 remolcadas, .308 de OBP, .394 slugging y .701 OPS en 157 encuentros y 602 veces al bate.
Este año, el quisqueyano lleva un muy buen ritmo y da la impresión de que se encamina a otra gran estación, si se observa que promedia .309, con nueve estacazos de cuatro esquinas en 69 hits conectados, un triple, nueve dobletes, 30 impulsadas, .373 OBP, .480 slugging y .853 OPS, en 59 juegos y 223 turnos.
En sus últimos seis partidos y en 23 turnos, ha conectado 10 hits, tres de ellos cuadrangulares, con cinco vueltas remolcadas.Es decir, su bate está caliente actualmente.
Su proyección apunta a que podría terminar con 25 jonrones de sus 189 hits, tres de ellos triples, 25 dobles y 82 remolcadas, siempre que pueda jugar 162 juegos y agote 612 turnos.
Como se observa, de ser así, Jeremy Peña estaría ante la mejor temporada de su corta y exitosa carrera. Eso, empero, va depender en mucho de que pueda mantenerse saldable y sea consistente en el plano ofensivo. Por lo pronto, empero, no hay dudas de que va por buen camino. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:El 4 de abril del 2003, el dominicano Sammy Sosa, Cachorros de Chicago, se convirtió en el décimoctavo jugador en las Mayores en conectar 500 jonrones, al pegar un batazo por el jardín derecho del American Ballpark de Cincinnati. ¡Suena la campana! ¡Climmmp!
Pie
Jeremy Peña