Quienes vieron el inicio de temporada del dominicano Rafael Devers, probablemente no pensaron que su trayectoria daría un cambio tan notable como el que ha experimentado.
Ciertamente, Devers vivió momentos difíciles ha inicio de la presente estación, sobre todo, después que el gerente general de los Medias Rojas de Boston, Craig Breslow y el dirigente, el boricua Alex Cora le comunicaran que sería bateador designado y que no jugaría la tercera almohadilla, como había sido su costumbre desde que fue ascendido al equipo grande, luego de la llegada de Alex Bregman.
Se recuerda que Devers tuvo un comienzo para el olvido en el que inclusive, en sus primeros cinco partidos no pudo conectar de hit,con 15 ponches en ese lapso, en lo que se constituyó en una de las peores rachas en las Mayores.
Evidentemente en ese período, Devers parecía totalmente desconcertado e inestable emocionalmente, producto precisamente del cambio de posición al que no lograba adaptarse.
Sin embargo, poco a poco, el nativo de Sánchez fue asumiendo su nuevo rol y las cosas comenzaron a cambiar de manera positiva.
Una mayor paciencia y madurez en el plato han sido clave para que el joven toletero criollo haya logrado mucho mejores resultados, a niveles tales que hoy día bien puede considerársele el jugador dominicano más productivo en liga grande y uno de los mejores del negocio en ambos circuitos.
En efecto, Devers se encuentra entre los principales líderes en carreras remolcadas. De hecho, actualmente encabeza la Liga Americana con un total de 57 –sin el juego de anoche ante los Rays de Tampa- y segundo en ambas ligas, sólo detrás de Pete Alonso, Mets de Nueva York, quien suma 61.
Asimismo, es líder en bases por bolas recibidas en el nuevo circuito, con 51 lo que ha aumentado significamente su OBP -porcentaje de embasarse- a .407.
A propósito, hace poco logró ser incluido en un exclusivo núcleó de jugadores que han logrado esa hazaña poco común en los últimos 50 años, en donde figuran hombres como el también dominicano David Ortiz, Salón de la Fama, y el fenómeno de los Yankees Aarold Judge.
Devers ha logrado incrementar considerablemente su promedio de bateo y hasta el pasado domingo, exhibía average de .283, con 14 jonrones de sus 71 imparables, 18 de ellos dobles, 43 carreras anotadas, slugging de .522 y un OPS de .929, con 68 ponches, en 67 partidos y 251 turnos agotados.
En sus últimos seis partidos, suma seis hits, dos de ellos cuadrangulares, dos dobletes, y cinco carreras impulsadas.
Recién fue electo Jugador de la Semana de la Liga Americana. Su proyección apunta a que podría terminar con 34 vuelacercas, 172 inatrapables, 44 dobles, 138 carreras impulsadas, 104 anotadas y 123 transferencias recibidas, siempre que pueda jugar 162 partidos y agotar 607 turnos.
Empero, estas son sólo proyecciones, lo que dependerá en gran medida de que pueda mantener el ritmo que lleva hasta ahora y sobre todo conservar su salud, elemento este último de importancia capital para que logre concretizar la campaña de ensueño que se prevé.
En lo inmediato, Rafael Devers, de 28 años vive un buen momento, va por buen camino. Luce cada vez más depurado y selectivo en el plato y ello lo convierte en uno de los bateadores más oportunos y a la vez temidos para los lanzadores contrarios, un excelente indicio para que pueda materializar la que podría convertirse en su mejor temporada. Esperemos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:En 1997, para entonces con los desaparecidos Expos de Montreal –Liga Nacional-, el astro dominicano del montículo Pedro Martínez logró su primer Cy Young gracias a una temporada en la que terminó con récord de 17-8 y una efectividad de 1.90. En la ocasión lideró los departamentos de efectividad y juegos completos, con un total de 13, además de ponchar a 305 bateadores. ¡Suena la campana!¡Climmp!
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Rafael Devers