INDIANÁPOLIS (AP) — Tyrese Haliburton se lanzó a interceptar un pase, se mantuvo en equilibrio sobre la línea lateral, giró y lanzó un pase sin mirar a Pascal Siakam, quien clavó el balón sobre dos defensores de Oklahoma City.
Luego, Haliburton se detuvo para chocar manos con algunos aficionados.
Nada mal para alguien que jugaba prácticamente con una sola pierna.
El Juego 6 de las Finales de la NBA terminó temprano para Haliburton —y eso fue una gran noticia para los Indiana Pacers. Jugando con una distensión en la pantorrilla derecha, Haliburton anotó 14 puntos en apenas 23 minutos, y los Pacers arrollaron 108-91 a los Thunder de Oklahoma City la noche del jueves, forzando un séptimo y decisivo partido en la serie final.
“Si puedo caminar, entonces quiero estar en la cancha”, dijo Haliburton.
El base ha lidiado con molestias en la pierna durante toda la serie, y la lesión en la pantorrilla se agravó en el Juego 5 del lunes. Aun así, jugó los últimos tres cuartos de aquel encuentro, aunque prácticamente dejó de lanzar al aro en la segunda mitad.
Este jueves también falló sus primeros cuatro tiros. Pero de alguna manera, volvió a ser él mismo. Saltaba, cortaba, lanzaba desde más de nueve metros y giraba en el aire como si no estuviera arrastrando la pierna derecha, como ocurrió al final del partido anterior.
El simple hecho de que estuviera en cancha fue un impulso para los Pacers. El entrenador Rick Carlisle informó que Haliburton participó del entrenamiento táctico del jueves por la tarde y superó las pruebas físicas requeridas.
Así que, con los Pacers al borde de la eliminación y abajo 3-2 en la serie final, Haliburton —quien hizo algunos tiros antes de que Carlisle confirmara su participación— decidió intentarlo.
“No quería llamar la atención. Estaba haciendo todo lo posible para poder jugar”, dijo Carlisle. “Afortunadamente, pudimos controlar sus minutos porque tuvimos una gran primera mitad y un buen inicio del tercer cuarto.