Es primer receptor y bateador ambidextro en en lograrlo ganar la competencia.
“¡Soy el campeón del Festival de Jonrones!”, decía el receptor de los Marineros en ese clip de 20 segundos de hace décadas, que se esparció como pólvora en el clubhouse de Seattle, en redes sociales, transmisiones nacionales y más, en los días previos al evento más importante del béisbol para los bateadores de poder.
ras avanzar en la primera ronda —literalmente— por menos de una pulgada, Raleigh superó cómodamente a la primera gran figura de la noche, el dominicano Oneil Cruz, en la segunda ronda. Luego cerró su noche mágica al imponerse sobre el también quisqueyano Junior Caminero, quien intentó una reacción tardía pero se quedó sin los 27 lanzamientos asignados antes del tiempo extra, donde no logró alcanzar a su rival.
La victoria del lunes también representó un cierre apropiado para el gran año que ha tenido Raleigh, nativo de Carolina del Norte y líder jonronero de MLB en 2025, quien llegó a la pausa del Juego de Estrellas con más vuelacercas (38) que todos los jugadores en la historia a mitad de temporada, salvo uno: Barry Bonds con 39 en 2001.
Raleigh cerró la noche con 17 jonrones en la ronda inicial (lo que lo colocó como el sembrado Nro. 4 entre los cuatro finalistas), 19 en la segunda ronda (superando los 13 de Cruz) y 18 en la final (por encima de los 15 de Caminero).
El ambidiestro también conectó desde ambos lados del plato, pero solo en su primera actuación. Ese cambio de lado casi le cuesta caro, ya que no mantuvo el mismo ritmo bateando a la derecha y terminó empatado con el cañonero de los Atléticos, Brent Rooker.
Y el desempate fue, sin duda, uno de los momentos más dramáticos de la noche. En ese caso, el criterio fue el jonrón más largo de la ronda.