Todos conocemos de sobra sus tres participaciones en Mundiales de Baloncesto con la selección nacional de mayores, sus grandes actuaciones en el BSN —la liga más fuerte de nuestra región—, los títulos conquistados con los Metros de Santiago, su legado en el Baloncesto Superior de Santiago con Pueblo Nuevo, los campeonatos logrados en La Vega y en diferentes torneos del país. Por más de una década ha paseado su talento, ganándose a mucha honra el mote único de “El Capitán, mi capitán y el capitán del país”.

El inicio de “El Nuevo Orden”
En 2022, el Club Barrio Mejoramiento Social (Bameso) apostó por quien una década antes (2012) los había llevado a un título histórico. Liz regresó y, junto a Trahson Burrel y Edward Santana, guió al equipo a una corona memorable frente al poderoso Mauricio Báez. Pero su impacto fue más allá: comenzó a darle forma a lo que muchos bautizarían como “El Nuevo Orden”.
Miles de fanáticos se volcaron hacia Bameso, inspirados por “Los Live del Capitán”, donde Liz desafiaba con responsabilidad y carisma a cada adversario. Sus frases, sus “bombazos y cocotazos”, y su energía inagotable motivaron a un público que llenaba el Virgilio Travieso Soto noche tras noche, atraído por tres razones claras:
1.El amor al baloncesto
2.La rivalidad naciente
3.La motivación del Capitán
Un fenómeno que trasciende
Aunque Bameso no volvió a repetir el campeonato, Liz consolidó un fenómeno que no solo fortaleció a su club, sino también al propio TBS. Un torneo que había perdido mucha de su esencia y su público fue recuperando protagonismo gracias al magnetismo del Capitán.
Su presencia coincidió con el ascenso de nuevas figuras como Jassel Pérez y Richard Bautista, lo que permitió reavivar el interés en un baloncesto capitalino que había quedado en pausa desde la época dorada de leyendas como Lolo Regús, Matías Mercedes, Sotero Ramírez o Vinicio Muñoz.
El impacto en los números
El efecto Liz es medible. En el pódcast de ABADINA que conducen José Rodríguez y Dom Deportes, la media de vistas rondaba las 9,500 reproducciones. Sin embargo, el episodio en el que San Lázaro y Víctor Liz fueron protagonistas supera ya las 24,000 vistas, casi triplicando cualquier otro capítulo.
Tras su paso por Bameso, Liz también revitalizó a la fanaticada de San Lázaro, sumando aún más al crecimiento del torneo. Cada vez que jugaba, las transmisiones y cortes en redes sociales alcanzaban cifras récord.
Cientos de memes, frases icónicas y respuestas a sus retos generaron una publicidad espontánea que ningún patrocinador pudo haber comprado. El TBS del Distrito se benefició directamente de su figura, que multiplicó la venta de entradas y el alcance en redes.
El legado del Capitán
Sea que lo apoye, lo critique o simplemente lo observe, nadie puede negar que Víctor Liz es hoy por hoy el fenómeno mercadológico más influyente del TBS del Distrito.
El Capitán del País no solo ha dejado un legado deportivo, también ha convertido el torneo en un espectáculo con mayor visibilidad, ventas y respeto.