ORLANDO, Florida.– El tradicional Draft de la Regla 5 volvió a ponerle broche de oro a las Reuniones de Invierno, esta vez con un claro protagonista: el pitcheo derecho. En la jornada de este miércoles 10 de diciembre, los equipos de Grandes Ligas seleccionaron 13 jugadores en la fase de MLB, 12 de ellos lanzadores derechos, y añadieron otros 55 peloteros en la fase de Triple A, para un total de 68 movimientos que removieron a fondo el mapa de prospectos.
Más allá de los nombres, el sorteo volvió a recordarle a todos el espíritu de la Regla 5: darle una puerta de entrada al “show” a peloteros que llevan años esperando una oportunidad en sistemas ajenos, a cambio de una apuesta relativamente barata. Quien selecciona en la fase de Grandes Ligas paga US$100,000 y queda obligado a mantener al jugador todo el 2026 en el roster activo, sin opción de mandarlo a las Menores sin antes pasarlo por waivers y ofrecerlo de regreso a su antiguo club. En la fase de Triple A el costo baja a US$24,000 y desaparecen las restricciones de uso, lo que explica el verdadero aluvión de picks en ese segmento.
El movimiento comenzó desde lo más profundo de la tabla de posiciones. Con el primer turno, fruto del peor récord de 2025, los Rockies de Colorado apostaron fuerte por el derecho RJ Petit, sacado de la organización de los Tigres. El gigantesco relevista, de 6’8’’ y cerca de 300 libras, viene de una temporada dominante entre Doble A y Triple A, con foja de 10-2, efectividad de 2.44 y 79 ponches en 66.1 entradas, números que lo proyectan como una pieza inmediata para el bullpen de Colorado.
Si alguien dejó claro que piensa explotar al máximo este mecanismo fueron los Medias Blancas de Chicago. Ya el año pasado sacaron oro con el derecho Shane Smith, quien terminó consolidado en la rotación y hasta fue al Juego de Estrellas. En esta ocasión abrieron con el venezolano Jedixson Páez, un derecho de apenas 22 años tomado del sistema de Boston, al que su gerencia visualiza como abridor a mediano plazo por la cantidad y calidad de sus pitcheos.
Más tarde, Chicago fue el único club que eligió dos veces en la fase de MLB, cerrando el draft con el dominicano Alexander Alberto, un relevista de los Rays con un cutter considerado de primera línea. Paradójicamente, también perdieron a uno de sus brazos jóvenes cuando los Guardianes se llevaron al derecho Peyton Pallette desde el mismo sistema patiblanco.
La zona media del draft se convirtió en un carrusel de movimientos y cambios inmediatos. Los Nacionales apostaron por el derecho Griff McGarry, procedente de los Filis, un brazo con alta capacidad de ponches. Los Mellizos, por su parte, rompieron por un momento la seguidilla de lanzadores al tomar al receptor Daniel Susac desde Oakland… solo para cambiarlo de inmediato a los Gigantes a cambio del también receptor Miguel Caraballo y dinero en efectivo. Algo similar hicieron los Piratas, que seleccionaron al derecho Carter Baumler desde Baltimore, pero lo enviaron el mismo día a los Rangers por el también derecho Jaiker García y efectivo. Oakland repitió la fórmula: tomó al derecho Ryan Watson de los Gigantes y lo convirtió enseguida en ficha de cambio hacia Boston, recibiendo al infielder Justin Riemer y dinero.
Mientras tanto, Cardenales, Astros y Guardianes se movían con perfil más discreto, pero también sumando pitcheo: Matt Pushard desde Miami para San Luis, el dominicano Roddery Muñoz desde Cincinnati hacia Houston y Pallette rumbo a Cleveland.
En el tramo final de la fase de Grandes Ligas se completó la cosecha de brazos: los Azulejos añadieron al derecho Spencer Miles desde el sistema de los Gigantes; los Yankees, al también derecho Cade Winquest desde San Luis; y los Filis cerraron su turno con el derecho Zach McCambley, proveniente de los Marlins. El último pick volvió a ser de Chicago, que redobló su apuesta al sumar al ya citado Alexander Alberto desde Tampa Bay, reforzando una rotación y un bullpen construidos casi por completo a partir de apuestas baratas pero de alto techo.
El sabor latino no pasó desapercibido. Además de Páez, Alberto y Muñoz en la fase de MLB, varios nombres de la región cambiaron de casa en la robusta fase de Triple A: el derecho Livan Reinoso pasó a los Marlins desde los Angelinos; el jardinero hediondo de talento Hedbert Pérez fue tomado por Toronto desde Milwaukee; el jardinero Edwin Sánchez aterrizó en el sistema de Houston y el también derecho Yendy Gómez llegó a la organización de Detroit. En muchos casos se trata de brazos jóvenes que podrían convertirse en relevistas de impacto a corto plazo o, como en el caso de algunos jugadores de posición, en opciones de profundidad que presionen por un hueco en el roster grande.
Ningún club simbolizó mejor la intensidad del día que los Nacionales. Washington fue uno de los grandes protagonistas en la fase de Triple A: además de McGarry en la fase principal, añadió a los derechos Sandy Gastón, Brady Hill, Dylan Tebrake, Eiker Huizi y César Rojas, además del jardinero Jack Rogers, llenando de brazos su sistema de ligas menores, claramente con la idea de encontrar, entre tanta cantidad, uno o dos relevistas útiles para 2026.
Otros equipos optaron por una estrategia similar: los Piratas sumaron piezas como Junior Flores, Brandon Neeck, Bryan Mena y Kyle Larsen; los Tigres incorporaron a Jan Caraballo, John Stankiewicz y el propio Gómez; y los Mets se movieron con fuerza al adquirir a Justin Armbruester, Aaron Rozek y Matt Turner.
Los Yankees, siempre bajo la lupa, volvieron a llamar la atención al hacer algo que no hacían desde 2011: escoger en la fase de Grandes Ligas. Su apuesta fue Cade Winquest, un derecho de 25 años tomado del sistema de los Cardenales, con una temporada reciente sólida entre Clase A avanzada y Doble A, y un perfil que encaja en el molde clásico de la organización: recta de buena velocidad y espacio para crecer bajo la tutela del departamento de pitcheo neoyorquino.
Nueva York también se movió en Triple A, sumando al derecho Hansel Rincón (desde Milwaukee) y al receptor Abrahan Gutiérrez (desde Oakland), aunque a cambio vio irse a los derechos Adam Stone y Sean Hermann, además del zurdo Matt Turner, quienes fueron seleccionados por otros clubes.
Mientras el Draft de la Regla 5 acaparaba los reflectores, el resto del mercado no se detuvo. Los Bravos de Atlanta cerraron la jornada con un golpe de agencia libre al firmar al jardinero Mike Yastrzemski por dos años y US$23 millones, en un acuerdo que incluye una opción de club para 2028 y refuerza un outfield que ya tiene a Ronald Acuña Jr. como rostro principal. Ese mismo día, los Azulejos aseguraron al derecho Cody Ponce con un pacto de liga menor, los Rays y los Filis intercambiaron a los relevistas Yoniel Curet y Tommy McCollum, y varias organizaciones realizaron designaciones para asignación, como los Orioles con el receptor Drew Romo, ajustando sus rosters para dar cabida a las nuevas adquisiciones derivadas del propio draft.
Al final, el saldo del Draft de la Regla 5 de 2025 fue claro: una nueva generación de brazos derechos se ganó un lugar en la conversación de 2026, varios clubes aprovecharon el sistema para “comprar barato” y otros tantos usaron el sorteo como moneda de cambio inmediata. Ahora queda por verse cuántos de estos 68 nombres logran convertir esta oportunidad en una verdadera carrera de Grandes Ligas, y cuántos regresan silenciosamente a sus viejos equipos. Como cada invierno juego quedó en manos de los que se atrevieron a arriesgar.
Pie de foto:
El derecho RJ Petit fue la primera selección, escogido por los Rockies de Colorado.
