Desde que se anunció el combate entre el norteamericano Jake Paul, un youtuber convertido en boxeador, y el inglés Anthony Joshua, los entendidos de inmediato estimaron que el primero había escogido al rival equivocado.
Es cierto Paul ha progresado bastante dentro de este rudo deporte. Empero, de ninguna manera se podía considerar que estaba apto para enfrentar a un boxeador de la jerarquía de Joshua, quien si bien está ya en la postrimería de su carrera a sus 36 años, todavía con lo que le queda le bastaba para dar una soberana paliza a Paul.
Y ciertamente, eso fue lo que ocurrió el pasado viernes cuando ambos pugilistas se enfrentaron en el Kaseya Center de Miami. Se trató de un combate, aunque de mala calidad y de algún modo decepcionante como espectáculo, de un solo lado.
Joshua, llevándolo al plano boxístico y escogiendo un término muy usado en las obras de teatro, hizo una especie de “monólogo” ante Paul. Es decir prácticamente peleó sólo. En otras palabras, no tuvo oposición en Paul, quien trató de hacer lo que pudo, que fue muy poco porque las desigualdades en términos físicos y bóxisticos, eran enormes.
Se trató de pleito de un solo lado. Un Paul corriendo todo el tiempo por el cuadrilátero, evitando siempre intercambiar golpes con un hombre mucho más fuerte, grande y de mayor potencia, y un Joshua persiguiéndolo en busca de conectar un golpe sólido.
Cabe señalar, que Joshua no hizo su mejor pelea, en gran parte de la contienda, no tuvo la velocidad ni la inteligencia para saber cortar el paso con efectividad y golpear a Paul en los primeros asaltos, aunque siempre estuvo arriba en las puntuaciones.
Paul lanzó muy pocos golpes y se agotó muy rápido. Fue ya a partir del cuarto asalto cuando Joshua comenzó a hacer daño a Paul, quien incluso en esa vuelta, al parecer se “inventó” un golpe bajo que nunca hubo,lo que se interpretó como una táctica para tratar de ganar tiempo y descansar debido al gran cansancio que padecía.
En esa vuelta el referí, Christopher Young llamó a Paul, para que peleara y diera una mejor pelea. “Los fanáticos no pagaron para ver esta basura”, le habría dicho. A partir de entonces, Joshua arreció el castigo sobre Paul y ya en el quinto round lo envió a la lona, en el sexto, también hizo lo propio en dos ocasiones, la última de ella, al minuto y 31 segundos cuando conectó un sólido derechazo a la barbilla de Paul para depositarlo en la lona por toda la cuenta.A raíz de ese último golpe, Paul sufrió la rotura de la mandíbula, de lo que debió ser operado posteriormente.
Paul, que por lo regular lo que hizo fue tratar de sobrevivir, ya que no tenía los recursos para poder ganar la desigual contienda, sufrió así su segunda derrota, con 12 triunfos, siete de ellos por nocaut.
Las desigualdades entre ambos eran relativamente abismales en todos los órdenes. De hecho, Joshua, que es un peso completo natural, le llevaba casi 30 libras a su rival –pesó 243.4 libras contra 216.6 del norteamericano- y unas cinco pulgadas de estatura, a lo que se une el hecho de que el británico es un exdoble campeón del mundo en los pesados y también fue campeón olímpico.
La prueba era muy difícil para Paul, quien realmente cometió un atrevimiento y arriesgó demasiado incluido su salud al aceptar la contienda, cuya mayor motivación fue el aspecto económico –extraoficialmente se anunció que hubo 174 millones de dólares en juego repartidos por partes iguales-.
Joshua, aún cuando noqueó de manera contundente, no lució del todo bien, pero hay que tomar en cuenta que tenía más de un año sin pelear. Su demostración evidenció que aún no está preparado para pelear con su compatriota Tyson Fury, en lo que se considera la pelea más esperada de los últimos años en Inglaterra.

