La juventud dominicana se hizo sentir con fuerza en las ligas menores el martes, protagonizando una jornada estelar gracias a las explosiones ofensivas de dos adolescentes que ya figuran entre los mejores prospectos de sus respectivas organizaciones.
Leo de Vries, torpedero de 17 años y máxima promesa de los Padres de San Diego (rankeado número 17 en todo el béisbol por MLB Pipeline), volvió a estar cerca de un logro histórico. Tras batear para el ciclo la semana pasada, esta vez se quedó a un triple de repetir la hazaña con Fort Wayne (Clase-A Fuerte). El fenómeno azuano disparó tres imparables, incluido su cuarto jonrón de la temporada, remolcó tres carreras y anotó tres más, reafirmando su dominio en la categoría.
De Vries ha conectado de hit en 12 de los 18 partidos disputados con los TinCaps, batea .290 con un OPS de .968, suma 11 extrabases y 16 carreras impulsadas.
A su vez, Jesús Made —considerado el segundo mejor prospecto de los Cerveceros de Milwaukee y el número 52 de todo el béisbol— tuvo una actuación deslumbrante con Clase-A Carolina. El joven de 17 años, oriundo de San Cristóbal, firmó su tercera jornada consecutiva con múltiples imparables y conectó su segundo cuadrangular en tres juegos. Además, sumó cuatro hits por primera vez en su carrera en el béisbol afiliado, impulsó tres carreras y se robó una base.
El campocorto y antesalista batea para .323/.413/.538 con siete extrabases y 14 remolcadas en apenas 16 partidos, perfilándose como una figura clave en el futuro de Milwaukee.
Dos talentos criollos que ya marcan diferencia en el diamante y representan el brillante porvenir del béisbol dominicano.
Pie de foto: Leo de Vries,