Es posible que pocos hayan percibido la temporada que está teniendo el dominicano Ramón Laureano.
Laureano, recién transferido a los Padres de San Diego por los Orioles de Baltimore, en un cambio que envolvió además a Ryan OHearn, había sobresalido por su eficiencia defensiva como jardinero central de los Atléticos de Oakland, con quienes debutó en el 2018 y pasó la mayor parte de su carrera.
Ha sido más bien un buen bateador de poder ocasional, pero no propiamente se ha destacado por poseer ese enorme potencial ofensivo.Eso, inclusive quizás haya motivado el que en cierto modo se le haya subestimado en este renglón.
De hecho, la temporada pasada Laureano, que alternó con los Guardianes de Cleveland y los Bravos de Atlanta, bateó para .259 de promedio, con 11 cuadrangulares, un triple, 16 dobles, 31 carrreras remolcadas y 35 anotadas, un OBP de .311, .437 de slugging y .748 de OPS.Números aceptables, pero nada impresionantes.
Este año, no obstante, Laureano bien podría decirse que se ha convertido en una grata sorpresa, en razón de la labor que ha estado desarrollando. Incluso fue una de las piezas más codiciadas en la fecha límite de cambio.
Y es que su actuación con los Orioles de Baltimore –es ahora cuando comienza con los Padres- ha impactado debido a la consistencia que ha mostrado, tal y como lo demuestran sus estadísticas. Veamos: En 87 juegos (sin el de anoche entre Padres y Arizona) y 281 turnos, promedia .295, con 16 cuadrangulares de sus 83 hits, dos triples, 18 dobles, 51 vueltas anotadas y 49 impulsadas, un OBP de .356, .544 de slugging y un OPS de 900.
Como se observa, Laureano ha tenido un notable rendimiento que hace vislumbrar que de continuar como hasta ahora, se encamina a su mejor temporada en su joven trayectoria en las Mayores.
A ese respecto, cabe señalar que de por vida, en sus ocho años de carrera, promedia .253, con 98 vuelacercas, 355 anotadas y 303 impulsadas, en 697 juegos y 2,388 turnos agotados.Esas estadísticas,empero, podrían incrementarse considerablemente en el supuesto de que el nativo de Santo Domingo pueda mantener el ritmo que lleva ahora en su nueva casa, con los Padres, con cuyo equipo se estima que podría tomarse su tiempo de adaptación.
Por lo pronto, Ramón Laureano va construyendo un perfil de respeto, que poco a poco lo va convirtiendo en un jardinero de prestigio por sus altos niveles defensivos y la consistencia que ha mostrado su bate. Ojalá pueda mantenerse saludable. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Albert Pujols, Cardenales de San Luis, fue el quinto dominicano en conectar 30 o más hits de manera consecutiva en las Grandes Ligas. Ocurrió en el 2003.¡Suena la campana! ¡Climmp!