PITTSBURGH. – Los Chicago Cubs volvieron a saborear el pase a octubre. Con poder oportuno y un rally decisivo en la sexta entrada, dejaron en el terreno a los Pirates de Pittsburgh con marcador de 8-4, asegurando su primera clasificación a la postemporada desde 2020.
Desde temprano, los bates de los Cubs enviaron un mensaje claro. Michael Busch abrió la fiesta anotando por un balk y, acto seguido, Ian Happ castigó con un jonrón de dos carreras, su número 23 de la temporada. Como si fuera poco, el novato Moisés Ballesteros, en el siguiente lanzamiento, disparó su segundo vuelacercas en las Grandes Ligas para colocar el juego 4-0 antes de que los Piratas pudieran sacar un out.
La reacción local no tardó. Joey Bart sacudió un cuadrangular de tres carreras en el cierre del primer capítulo y Andrew McCutchen empató el choque 4-4 en el segundo, al recibir boleto con las bases llenas. Parecía que los Pirates podían frenar la fiesta de Chicago, pero la defensa y el bullpen no aguantaron el empuje.
En la sexta entrada, los Cubs aprovecharon errores consecutivos del relevista Yohan Ramírez y del receptor Joey Bart para fabricar tres carreras que sentenciaron el juego. Busch rompió el empate con un elevado de sacrificio, Happ sumó otra remolcada y Justin Turner completó el ataque con sencillo productor. Turner, quien entró como emergente, aportó además un segundo imparable clave en la jornada.
Nico Hoerner se mantuvo como catalizador con dos imparables y tres anotadas, mientras Aaron Civale trabajó tres entradas en blanco para acreditarse la victoria (4-9).
Los Cubs, con récord de 88-64, sumaron su cuarta victoria consecutiva y siete en los últimos ocho compromisos. Hoy, son líderes del comodín de la Liga Nacional y ya tienen garantizado su boleto a los playoffs, un logro que la fanaticada de Chicago celebró con sabor a revancha tras cinco años de ausencia.