A simple vista y en tiempo real, la jugada quizá lució muy cerca de ser una violación. Con apenas unas décimas en el reloj, LeBron James saltó, puso su mano derecha sobre el balón y lo palmeó dentro de la canasta para darle a Los Angeles Lakers una victoria sobre la bocina la temporada pasada.
Los árbitros en cancha lo sancionaron correctamente. La repetición en video respaldó su decisión, y los Lakers se llevaron el triunfo ante los Indiana Pacers.
Resulta que, en realidad, ni siquiera estuvo cerca.
La NBA tiene una herramienta relativamente nueva llamada “arbitraje automatizado”, y los ojos robóticos que ahora rastrean prácticamente todo en las canchas de baloncesto demostraron que James estuvo lejos de cometer interferencia ofensiva en el aro en esa jugada. No hizo falta para decidir en ese caso —de nuevo, los humanos acertaron—, pero la NBA está aprovechando cada vez más la tecnología para asegurarse de que acciones como esa se juzguen correctamente.
“Resulta que las computadoras son muy buenas en esto”, dijo Evan Wasch, vicepresidente ejecutivo de la NBA a cargo de la estrategia y analítica de baloncesto. “Así que, si podemos invertir en esta tecnología para acertar más en las decisiones objetivas, hacemos dos cosas.
“Uno, la precisión en esas decisiones, por definición, aumenta. Pero también liberamos a los árbitros humanos para que no tengan que concentrarse en esas jugadas y, a su vez, puedan enfocarse más en las realmente difíciles, de juicio, en las que son tan diestros, y así aumentar la precisión allí también. Creemos que hay lo que llamamos un beneficio de doble resultado desde el punto de vista de la precisión”.
El baloncesto, por supuesto, no está solo en el giro hacia un arbitraje más tecnológico.
Los árbitros robot llegarán a las Grandes Ligas de Béisbol la próxima temporada; los humanos seguirán haciendo los cantos, pero los equipos podrán impugnar bolas o strikes y un sistema automatizado determinará si esos desafíos prosperaron. Muchos torneos importantes de tenis, incluso Wimbledon, han sustituido a los jueces de línea por sistemas electrónicos de cantos. El fútbol cuenta con tecnología para avisar a los árbitros si el balón cruzó por completo la línea de gol o si alguien estaba en fuera de juego, decisiones que en tiempo real podrían ser mera conjetura.