Santiago.– Con una mezcla de emoción, determinación y madurez deportiva, el estelar canastero dominicano Víctor Liz afirmó estar listo para volver a defender los colores de los Metros de Santiago en la ronda semifinal de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), luego de completar una destacada temporada en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) de Puerto Rico.
Liz, símbolo del baloncesto santiagués y capitán de la Selección Nacional, fue entrevistado por el equipo de prensa de los Metros a su llegada al país, y dejó claro que su regreso no es una simple reaparición, sino una nueva oportunidad para completar la misión que quedó pendiente el año pasado.
“Sumamente contento de estar otra vez aquí en casa. El año pasado estuvimos por aquí, después de varios años de estar afuera. Este año volvemos otra vez, esperando en Dios poder terminar lo que no pudimos terminar el año pasado”, expresó con convicción el veterano escolta.
Sobre su preparación física y mental para esta fase del torneo, Liz no dejó espacio a dudas: “Gracias a Dios siempre he estado preparado, eso se ha identificado en mi carrera a lo largo de muchos años. Siempre he tratado de estar listo para la pelea”.
Aunque no busca imponer su estilo, Víctor sabe el rol que juega dentro y fuera de la cancha: “Vengo a aportar mi liderazgo en el grupo. No vengo a cambiar nada, me voy a adaptar al esquema del dirigente y al ritmo que ya traen los muchachos. Quiero ser una motivación más y un líder dentro de toda la organización”.
El capitán también aprovechó para enviar un mensaje directo a los fanáticos de los Metros y de toda la liga: “Estamos aquí en la casa una vez más. Este año lo vamos a lograr. Confíen, estamos con Dios. Espero que se den cita mañana en la arena, como siempre lo han hecho. No me fallen, estoy aquí por ustedes”.
Víctor Liz hará su debut en esta etapa del torneo este domingo, en un partido crucial frente a los Indios de San Francisco de Macorís. Su regreso representa una inyección de energía, carácter y experiencia para los pentacampeones, que buscan escribir una nueva página dorada en la historia de la franquicia.