BALTIMORE (AP) — Hay algo especial con el 6 de septiembre en Camden Yards.
Yoshinobu Yamamoto se quedó a un out de un juego sin hit, pero permitió un jonrón de Jackson Holliday. Luego, los Orioles convirtieron ese batazo solitario en el inicio de un rally de cuatro carreras en la novena entrada, venciendo 4-3 a los Dodgers de Los Ángeles el sábado por la noche.
Los Dodgers, que han perdido cinco en fila, desperdiciaron la oportunidad de despegarse en la División Oeste de la Liga Nacional, ya que San Diego —su perseguidor inmediato— también atraviesa un mal momento.
“Es difícil explicar un juego como este, donde sientes que podías tomar impulso, aprovechar la gran salida de Yoshinobu y llevar eso al próximo día”, dijo el mánager Dave Roberts. “Y obviamente todo se volteó por completo”.
Para los Orioles, últimos en la tabla y decepcionantes toda la temporada, fue sin dudas la victoria más significativa del año. La noche coincidió con la celebración del 30 aniversario del histórico partido en que Cal Ripken Jr. superó a Lou Gehrig con su juego consecutivo número 2,131, el 6 de septiembre de 1995.
El 6 de septiembre de 1996, Eddie Murray conectó en este mismo estadio su jonrón número 500. Por un momento parecía que Yamamoto iba a agregar otro recuerdo imborrable a la historia del parque en esa fecha. Pero fueron los Orioles quienes hicieron la velada especial.
El drama de Yamamoto
El derecho japonés de 27 años permitió apenas dos corredores —ambos por boletos en el tercer episodio— hasta la novena entrada. En el octavo, Holliday ya había calculado que le tocaría decidir si Yamamoto completaba la hazaña.
“Pensé: ‘Caramba, esto se va a decidir conmigo’”, dijo Holliday. “Estaba nervioso porque es algo muy grande. Fue emocionante poder romperlo. Él lanzó increíble”.
Finalmente, Holliday sacó la pelota por el jardín derecho para romper el no-hitter. Yamamoto salió del juego tras 112 lanzamientos, con 10 ponches, su mayor cifra en MLB, y dos bases por bolas.
En la historia de Camden Yards (abierto en 1992) solo ha habido un no-hitter, el de otro japonés: Hideo Nomo con los Medias Rojas el 4 de abril de 2001.
El derrumbe de los Dodgers
Roberts sacó a Yamamoto tras el jonrón y confió en Blake Treinen, quien no pudo sacar ni un out: permitió un doble, golpeó a un bateador y dio dos boletos, incluido uno con las bases llenas a Colton Cowser que acercó el marcador 3-2.
Tanner Scott entró al rescate, pero Emmanuel Rivera pegó un sencillo de oro al centro que dio la victoria 4-3 a Baltimore.
“El juego no termina hasta que se hace el último out”, dijo Rivera.
Treinen asumió su responsabilidad:
“No funciona cuando das boletos, golpeas a alguien y de repente el corredor del triunfo está en segunda. Tenía que sacar un out, y no lo hice”.
Una noche con leyendas
Antes del partido, Ripken fue homenajeado en un acto que reunió a los inmortales Eddie Murray, Jim Palmer, Mike Mussina y Ken Griffey Jr. La estrella de la WNBA, Caitlin Clark, también estuvo presente, ya que su equipo Indiana Fever enfrenta el domingo a las Mystics en Washington.
Con este desenlace, sigue sin producirse un no-hitter en lo que va de la temporada 2025 de MLB.