No hubo sorpresa en el combate del pasado sábado en Arabia Saudita. El méxico-norteamericano David Benavidez respondió a la perfección a su condición de favorito y desde el inicio estableció un claro dominio sobre su retador, el inglés Anthony Yarde.
En efecto, Benavidez retuvo el trono mundial semicompleto -175 libras- versión Consejo Mundial de Boxeo –CMB- con una de sus mejores demostraciones tras noquear en siete asaltos a Yarde.
A partir del primer asalto, Benavidez comenzó un plan de demolición sobre la anatomía de Yarde, con un golpeo sistemático y metódico a los planos bajos, acción que complementaba con sólidas combinaciones al rostro de su rival.
Yarde trató de dar lo mejor de sí e incluso fue un digno retador que mantuvo siempre ocupado a Benavidez, sin embargo, la persistente presión y los golpes al cuerpo de Benavidez fueron minando sus resistencia y desmoronando sus posibilidades de victoria.
El sexto round fue una especie de calvario para Yarde, a quien Benavidez infligió un fuerte castigo, al descargar sobre él golpes de todos los calibres.
El final llegó en el séptimo capítulo cuando, con una ráfaga de golpes de izquierdas y derechas Benavidez envió a la lona por primera vez a Yarde en una esquina del tinglado, quien se levantó muy maltrecho. Benavidez volvió a arremeter sobre el inglés y obligó al referí a detener la ya desigual contienda a los 59 segundos de esa vuelta cuando conectó una sólida derecha en plena barbilla de su adversario y luego remató con otra izquierda en gancho a la cabeza.
Banavidez fue superior a Yarde y su triunfo no dejó lugar a dudas. Fue contundente e inobjetable.Yarde demostró vergüenza profesional y un valor sufrido frente a un campeón que fue superior en recursos.
La victoria fue la número 31 para Benavidez, a quien apodan “El Monstruo Mexicano” y su nocaut 25 en una trayectoria en la que aún no conoce la derrota en igual cantidad de salidas. Yarde, quien tuvo su tercera oportunidad mundialista fallida, cayó a 27-4, en cuya foja exhibe 24 de sus victorias por la vía rápida.
El resultado permite a Benavidez buscar peleas más importantes. Sin embargo, contrario a lo que se pensó, ya que se entendía que iba a pedir una pelea con el ruso Dmitry Bivol, actual monarca unificado de la división, Benavidez desafió al mexicano Gilberto –Zurdo- Ramírez, actual rey de los cruceros –límite máximo 201 libras-, en la versiones de la OMB y la Asociación Mundial de Boxeo –AMB-.
De hecho, Benavidez considera que podría enfrentar en mayo del próximo año al –Zurdo-Ramírez, en el supuesto de que este último acepte el reto.
No obstante, la pelea que los fanáticos quieren ver es la de él frente Bivol, la cual en lo económico la hubiese sido más conveniente, además de que le permitiría unificar las cuatro coronas que avalan los organismos que más prestigio que rigen el boxeo mundial, lo que según informes, era originalmente su propósito iniciar.
De todas formas, frente al “Zurdo”, en caso de que logre vencerlo, podrá hacer historia y convertirse en campeón en tres pesos diferentes –ya reinó dos veces en los supermedios y ostenta el semipesado-.
Aún así, esa pelea con Bivol se mantendría vigente y podría realizarse siempre que logre salvar el difícil obstáculo que representa para él Gilberto-El Zurdo-Ramírez, quien apenas ha sufrido una derrota en su carrera frente al propio Bivol y en cambio exhibe el impresionante palmarés de 48 triunfos, con 30 nocauts . Así las cosas, veremos, pues, qué tal le irá a Benavidez en este, su nuevo desafío. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito del “Zurdo” Ramírez, es oportuno señalar que éste ha sido el primer y único boxeador mexicano en ganar el título mundial de los cruceros. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
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David Benavidez castiga con un gancho de izquierda a su retador, el inglés Anthony Yarde, previo a noquearlo técnicamente en el séptimo asalto. Foto fuente externa.

